Miradas que hablan
Las palabras no siempre transmiten lo que siente el corazón. Somos capaces de buscar en las profundidades del pensamiento un montón de palabras nuevas, diferentes, ruidosas, difíciles, bilingües… Todo para intentar dar una imagen que – erróneamente – pensamos que es la que esperan nuestros interlocutores, a partir de una apreciación muy personal, y a la vez frívola, ya que hoy en día parece que es necesario investirse de felicidad e inmunizarse contra la dificultad si no queremos parecer “perdedores”.