Carta pastoral del Card. Omella con motivo del coronavirus
El coronavirus ha puesto en jaque a nuestro mundo: la economía, la política, la religión, la sanidad pública, las escuelas y universidades, etc. Es como si, de pronto flotásemos en el aire sin pisar tierra firme. Y a todos nos entra una cierta dosis de incertidumbre, de preocupación, de angustia y de miedo, parecida a la que tenían los apóstoles cuando navegaban en el lago de Tiberíades y un fuerte viento zarandeaba la barca hasta el punto de ponerla en riesgo de hundirse.