Antoni Matabosch: una vida abierta al diálogo, la cultura y la Iglesia posconciliar
Antoni Matabosch, presbítero barcelonés y figura clave del pensamiento teológico y cultural catalán, ha compartido en una entrevista en Flama su trayectoria vital e intelectual. Entre los ejes de su biografía destacan el impacto del Concilio Vaticano II, la pasión por el diálogo ecuménico e interreligioso y una apuesta constante por una Iglesia más abierta a la sociedad.
El Concilio supuso un antes y un después en su manera de ser sacerdote. Formado en un contexto preconciliar, Matabosch explica que la experiencia del Vaticano II le dio “una forma de ser presbítero abierto a la sociedad y al mundo”. Este cambio no solo lo puso en sintonía con las nuevas corrientes pedagógicas, bíblicas e históricas, sino que también definió su estilo de pensamiento abierto y dialogante.
Uno de los ámbitos que más ha cultivado es el ecumenismo y el diálogo interreligioso. Desde hace décadas participa en seminarios sobre el islam y sigue con interés la pluralidad religiosa en Cataluña, donde conviven cientos de miles de musulmanes, protestantes y otras confesiones. Su testimonio personal muestra cómo pasó de la distancia inicial a la amistad sincera con representantes de otras tradiciones.
A los 90 años, Matabosch continúa activo, escribiendo y participando en actos públicos. Aunque nunca ha buscado reconocimientos, ha sido distinguido con la Medalla al Mérito Ecuménico de Cristianos de Terrassa. Él mismo recuerda, sin embargo, que no le gustan “los inciensos personales” y que prefiere vivir con discreción, manteniendo siempre la libertad de palabra y el compromiso crítico con la Iglesia.
La cultura también ha sido fundamental en su vida. Hijo de una familia vinculada al Liceo, la música y la ópera le acompañaron incluso antes de decidir entrar en el seminario. Este amor por la cultura se ha convertido en otra forma de conectar fe y mundo, alimentando su visión abierta y humanista.
Él mismo se define como un “hombre de frontera”, fiel a la idea de que es mejor estar presentes en los límites que dentro de las murallas. Esta imagen resume bien su vida y su misión: un camino siempre situado entre la fe, el diálogo y la cultura, con una mirada lúcida y serena ante el futuro.